viernes, 20 de marzo de 2015

Discurso de Tamara Moreno Sánchez

Discurso de la Lic. Tamara Moreno Sánchez
Excelencia Académica de la licenciatura en Comunicación
Ceremonia de Egresados Otoño 2014
28 de febrero de 2015


Buenos días a las autoridades que presiden esta ceremonia, padres de familia y amigos que nos acompañan.

Lo primero que debo mencionar es que para mí es un verdadero honor dar el discurso de egresados en nombre de quienes, al igual que yo, se convierten hoy en profesionistas Iberoamericanos.

En este día tan especial celebramos una importante etapa de nuestras vidas: la conclusión de la vida universitaria. Etapa llena de glorias, sufrimientos, desvelos y una que otra fiesta, que, a partir de mañana, serán grandes momentos que atesoraremos con júbilo y nostalgia.

El día en que el hombre se siente más solo en toda su vida es aquel en el que termina sus estudios, y hoy, con esta soledad, llegamos a un punto en el que con la formación educativa y refuerzo de nuestra vocación, tenemos las armas y los conocimientos suficientes para hacernos cargo de las demandas que la sociedad nos exige.

Que esta soledad interna no nos haga olvidar de dónde venimos, y recordemos siempre que, ser Ibero significa ser reflexivos, críticos, responsables, profesionistas que buscan el bien común y no sólo el propio, pero sobre todo, aunque el terror nos invada en nuestras vidas, recordemos que ser un profesionista Ibero significa ser una persona humana libre, cuya visión siempre es incluyente e individualizada, traduciendo todos estos adjetivos a dos: ser Ibero significa ser un profesionista de excelencia.

Ahora bien, tengamos en cuenta que la excelencia no es un ornamento prescindible, la excelencia es una necesidad urgente del mundo, de nuestro país, de la sociedad, de las familias, de todos y cada uno de nosotros. Nosotros como alumnos y ahora profesionistas iberoamericanos, no nacimos para mínimos ni para contentarnos con el menor esfuerzo. Nacimos para lo máximo, para lo más alto y para lo más digno, y todas las veces que no hacemos lo posible por ser excelentes estamos atentando contra nuestros propios principios y valores.

Es de vital importancia encontrar qué es lo que amamos hacer. Y esto vale tanto para nuestro trabajo como para nuestras relaciones. El trabajo va a llenar gran parte de nuestra vida, y la única forma de estar realmente satisfechos es hacer lo que consideremos que es un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amando lo que hacemos. Si aún no lo han encontrado, sigan buscando y no se conformen, cuando menos lo piensen, estarán siendo geniales en un trabajo que solamente ustedes aman. 

Asimismo, compañeros, debemos tener en cuenta que, la excelencia es un camino de sufrimiento y trabajo arduo, y que en muchas ocasiones lo incorrecto será mucho más fácil que lo correcto; sin embargo, nada en esta vida puede pagar lo que vale una conciencia tranquila porque, a través de los años, eso es lo único que perdurará: nuestra conducción recta y confiable.

Asimismo, no hay que olvidar que, los conocimientos son nuestras mejores armas para luchar por una sociedad más justa, más equitativa y más sana. Es nuestra obligación como profesionistas de excelencia mantenernos actualizados y estudiados, pues, a partir de hoy, no seremos los mismos ante el mundo, nos vamos de aquí con el compromiso de servir a la humanidad por el respeto de nuestra existencia. Asumimos conscientemente que tenemos en nuestras manos la vida de otros, los sueños y las esperanzas de familias enteras, y que, para servir de manera excelente, siempre tenemos que estar nosotros en forma intelectual.

No nos quedemos con una excelencia escrita en un diploma, aunque ésta sea fruto de mucho trabajo y de mucho esfuerzo y la tengamos más que merecida. Aprovechemos este encuentro para comprometernos todos con el valor de la excelencia, misma que es el dar todo por el todo sin esperar algo a cambio.

Compañeros, salgamos de aquí a dar nuestro mejor esfuerzo para ser excelentes empresarios, excelentes maestros, excelentes padres de familia, excelentes hermanos, excelentes amigos, excelentes ciudadanos, en fin, excelentes seres humanos, pues, hoy veo un futuro excelente para México y el mundo, pues hace tiempo tomamos una decisión excelente, el haber elegido la Ibero como nuestra Alma Mater.


Muchas gracias a todos y recuerden esto hoy y siempre: ¡La verdad nos hará libres!

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