viernes, 11 de marzo de 2016

Discurso Orador Invitado, Ceremonia de Egresados TSU

Discurso Ceremonia de Egresados TSU
Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Bruno Cattori, Presidente y CEO FCA México

8 de marzo de 2016


-         Mtro. David Fernández Dávalos, Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
-         Distinguidos Miembros del Presídium
-  Estimados Directivos, docentes y personal administrativo de este Campus Universitario
-         Generación de Egresados
-         Padres de Familia e invitados especiales
-         Damas y Caballeros

Buenas noches.  Es un honor, como egresado de esta institución, regresar a ella para compartir un mensaje de inspiración a una nueva generación de graduados.  Como mi Alma Mater, le debo el más profundo afecto y guardo los mejores sentimientos: admiración, orgullo y pertenencia.

A partir de hoy, ustedes formarán parte de las generaciones que han pasado por esta institución, y que encaran el mundo para dejar un legado.  Uno muy valioso, inspirado en sus vivencias, creencias y valores.  En particular, el momento que están a punto de vivir representará un valor especial en sus vidas:  materializa jornadas enteras de dedicación en sus estudios y años de constancia.  En la figura de este título, culmina una etapa de aprendizaje, y concretan un peldaño más en el inacabable camino de la experiencia de vida.  Este camino ascendente, recorrido de años atrás, tendrá un escalón con el nombre de esta institución y estará labrado con el de las personas que han dejado huella en sus vidas.

Es un camino sin terminar, me atrevería a decir que apenas va por la mitad, porque en los meses y años por venir, se encontrarán con el enorme reto de enfrentarse a un mundo cada vez más complejo, donde el cambio resulta ser una constante y el logro de las oportunidades será el factor clave.

Personas, lugares, decisiones... todo va a cruzar frente a ustedes en diferentes situaciones, o en una sola.  Ante este escenario, se hace necesario adoptar una postura cada vez más activa, propositiva y abierta, pero siempre apegada a los valores que han adquirido en este camino llamado experiencia de vida, y que los definen como personas.  Los valores, aquello intangible por naturaleza, son también innegociables, sea cual sea el entorno, la situación, o la decisión a tomar.

Los valores nos han moldeado desde casa y han formado nuestro carácter.  Son la piedra angular sobre la que se han edificado los primeros momentos de sus vidas y continuarán construyendo las estructuras de una próspera vida profesional.

Pero, ¿seremos capaces de identificar si recorremos el camino correcto en un mundo tan cambiante? ¿Sabremos el momento de cruzar las fronteras, o de derribar barreras?

Con el cambio como única constante, es necesario distinguir quiénes somos para avanzar hacia lo que queremos, o lo que realmente debemos hacer.  A veces, el mundo en movimiento puede desubicarnos, y aquello en lo que realmente creemos: la justicia, el respeto y la integridad, pueden ofrecernos un cable a tierra en el momento necesario.  ¿En qué crees tú?...ese será el cable a tierra que te salve de navegar a la deriva.

Puedo decirles que en más de 25 años de experiencia en la industria automotriz, no he tenido un solo momento decisivo en el que no recuerde haber consultado estas bases.  Incluso, Fiat Chrysler Automobiles no ha sido extraño a esa realidad.  Siempre en medio de la incertidumbre generada por los múltiples cambios a lo largo de nuestra historia, hemos sabido encontrar buen puerto en nuestros valores, y se han convertido en nuestras fortalezas.

Mi jefe Sergio Marchionne, Presidente de Fiat Chrysler Automobiles a nivel mundial, considera que el compromiso y el rigor, junto a un poderoso conjunto de valores específicos, han sido el motor que ha impulsado la transformación de nuestra empresa.

Coincido plenamente con ese pensamiento, y voy a ilustrarles brevemente el por qué.  En 2008, Chrysrler fue condenada por analista, hombres de negocios y medios de comunicación a una extinción prematura.  Desafortunadas decisiones dejaron a uno de los tres grandes de Detroit a la deriva.

Sin embargo, la crisis golpeó nuestra estructura pero no dañó nuestras bases:  en lugar de aceptar las sentencias finales, decidimos acudir a nuestras bases para transformar nuestra organización y permear nuestra cultura.  Lanzamos 16 vehículos en los primeros 19 meses, renovando el 75% de nuestro portafolio de producto.  Nos detuvimos y elegimos dejar de lado el camino de la mediocridad y el conformismo, para convertirnos, al día de hoy, en la séptima potencia automotriz a nivel mundial.

A lo largo de estos años, asumimos una responsabilidad colectiva, que no es más que la valiosa suma de responsabilidades personales, alimentadas por el compromiso y el rigor para alcanzar un mismo objetivo.

A partir de hoy, serán ustedes quienes aporten valores como éstos a la sociedad.  Conviértanlos en sus fortalezas y verán el futuro con otros ojos.

Nada, absolutamente nada, está garantizado para personas inactivas o indiferentes.  Pongamos sobre la mesa nuestro talento para construir en el presente el futuro que soñamos.  Walter P. Chrysler afirmaba que la razón para perder el rumbo en la vida reside en que cuando la oportunidad llama a la puerta, las personas están en el jardín trasero buscando tréboles de cuatro hojas.  Seamos capaces de reconocer las oportunidades y edifiquemos sobre ellas nuestros sueños.

¿Cómo lo vamos a lograr? Moldeando la capacidad de convertirnos en líderes de nuestras propias vidas y motores para inspirar un cambio en los demás.  El liderazgo es fundamental porque nos dirigimos hacia los objetivos con otros:  inspiramos, aportamos y guiamos.  Es nuestra humanidad la que nos exige luchar con otros, no sobre otros.  Nuestro éxito será juzgado, no solo por lo que podemos hacer, sino cómo podemos lograrlo.

Cuando enfrentemos las diferentes situaciones en el camino de la vida, nos debemos preguntar: ¿puedo hacerlo mejor?, ¿puedo aportar algo mejor?, ¿puedo hacer la diferencia?  El éxito es para quien busca adelantarse a lo inesperado y buscar el cambio.  Los invito a planear en positivo, a romper los paradigmas y a derribar las barrera de la mediocridad y de la indiferencia.

¡Felicidades! Hoy se unen al grupo de arquitectos de un mundo competitivo, multidisciplinario y abierto.  Las herramientas para alcanzar el éxito están al alcance de su mano y residen en cada uno de ustedes; establezcan su visión con inteligencia, sean líderes sin poner precio a la integridad, sueñen con ambición para obtener lo que quieren y sobre todo, luchen con pasión.

Muchas gracias.


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